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01 noviembre 2012

La cura del Cancer Un paso, un avance y a esperar

dr_adrian_kreimer




Científicos estadounidenses han descubierto una molécula que obliga a las células cancerígenas a comportarse como las sanas, lo que incluye su propia muerte cuando tienen algún problema, según un estudio publicado hoy.

El hallazgo podría servir como base para una nueva terapia contra el cáncer, según explicó el genetista Adrian Krainer, del laboratorio "Cold Spring Harbor" de Nueva York, y autor principal del artículo que publica hoy la revista científica "Open Biology", de la Royal Society de Londres.

Los investigadores, que basaron su estudio en un tumor cerebral, descubrieron que las células cancerígenas provocan una mutación en el gen PK-M, que comienza a producir una proteína que estimula su crecimiento, a una velocidad mucho mayor que las sanas.

"Aparentemente, para que un tumor prolifere y sobreviva necesita una gran cantidad de esta proteína" que está presente sólo en las células cancerígenas, apuntó el investigador.

En el artículo publicado hoy, Krainer presenta una molécula con la que ha logrado detener la producción de esta proteína perjudicial en un glioblastoma -un tumor cerebral-, y ha conseguido que sus células malignas vuelvan a comportarse según los patrones de una célula sana.

Esto significa también que las células del tumor volvieron a respetar la apoptosis o muerte celular programada, un proceso por el que las células con problemas provocan su propia muerte.

El científico confía en que esta molécula sirva de base para nuevos tratamientos contra todo tipo de cánceres, pero reconoce que la investigación se encuentra en una fase muy temprana y aún es necesario medir su eficacia en ratones vivos y evaluar posibles efectos secundarios.
En cualquier caso, los especialistas en cáncer recuerdan que el hallazgo publicado en "Open Biology", tal y como reconoce el propio Krainer, es el resultado de una investigación realizada en laboratorio, por lo que aún tiene que pasar el resto de fases de todo estudio científico antes de que pueda ser probado en humanos, por lo que no se puede hablar de una futura aplicación terapéutica a medio plazo.
"Es un buen hallazgo, pero necesita una serie de pasos para que se pueda trasladar a la clínica", opina José Esteban Castelao, director de la Unidad Genética del Cáncer de Vigo y miembro del equipo que llevó a cabo el mayor estudio genómico realizado hasta el momento sobre el tumor de mama masculino, cuyos resultados fueron publicados en la revista "Nature Genetics".
En similares términos se expresa Isabel Lorenzo, oncóloga del Hospital de Pontevedra y presidenta de la Sociedad Gallega de Oncología. "Se trata de una investigación muy preliminar, como tantísimas otras, que quizás tenga algún resultado final o quizá no", argumenta la especialista, quien añade: "El hallazgo de estos científicos consiste en haber identificado el gen que gobierna una parte muy importante de la apoptosis. Y sobre todo, haber sido capaces de restaurar su función, demostrando que el daño no es irreversible".

"Decir que consiguieron que las células tumorales vuelvan a comportarse como una célula sana es inexacto. Lo que consiguieron es que la célula tumoral, mucho más longeva y proliferativa que la célula sana, 'recuerde' cómo se entra en apoptosis, el proceso de 'muerte celular programada' por envejecimiento", explica.

Los pasos siguientes, añade, serían transformar el proceso de laboratorio en un fármaco y buscar la forma de administrarlo al paciente. "Una cosa es administrar una sustancia sobre un cultivo celular de laboratorio y otra muy distinta diseñar un medicamento seguro para ser administrado en humanos", explica. Por ello, Lorenzo asegura que su aplicación en medicina "queda demasiado lejos". "Costará años de investigación y a lo mejor ni se logra, pero este es el primer paso", agrega.

Fuente: EFE Londres, 30 de octubre de 2012




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